Hernias y protusiones discales a nivel lumbar. Esa patología que tanto miedo causa en los pacientes y la incertidumbre que genera su tratamiento.

¿Sabes la diferencia entre una protusión y una hernia de disco?

Una protusión consiste en la deformación de las capas fibrosas del disco, generando un pequeño abombamiento en el mismo. Ese abombamiento puede causar sintomatología como lumbalgia o neuralgias del nervio ciático principalmente, aunque dependiendo del nivel que esté afectado.

Una de sus características más frecuentes es la posición antálgica, posición que se produce para evitar más compresión y dolor. Con frecuencia suele ser de inclinación de tronco hacia delante e inclinación lateral contraria al lado donde esté la protusión.

Sin embargo, la hernia consiste en la salida del núcleo pulposo discal de su espacio por la rotura de las capas fibróticas del mismo.

Hay diversos tipos de hernias en función de hacia donde se desplace el núcleo. La sintomatología puede llegar a ser parecida a las anteriores, provocando también dolor lumbar y neuropatías. También provocan posiciones antálgicas, a veces en rotación y también con traslación o inclinación, homolateral o contralateral, dependiendo de si la hernia es posterolateral, foraminal, etc.

La fisioterapia puede ayudar considerablemente a este tipo de patologías en sus fases más agudas evitando en muchos casos la intervención quirúrgica.

En la clínica Biobalance realizamos una evaluación exhaustiva de la patología para ver qué características presenta y así poder clasificarla. Una vez comenzado el proceso pasaríamos a tratamiento en camilla, mediante el cual buscaríamos generar espacios en esa hernia-protusión para disminuir la presión en dicho disco y estabilizar la zona. Con ello la sintomatología disminuirá. Además tendremos que abordar las disfunciones musculares asociadas y liberar el nervio afecto en su salida y en todo su recorrido.

Una de las partes más importantes del tratamiento será la parte activa guiada, ejercicios realizados en clínica y casa pautados por el equipo de Biobalance.

No olvidemos que la patología discal puede haber sido causada por un exceso de movilidad, posiciones en flexión como la sedestación prolongada, esfuerzos repetitivos en flexión o flexión con rotación, que han ido provocando un desgaste e inflamación en esa zona. Por lo que si no cambiamos el origen del problema podría volver a aparecer en un futuro la sintomatología. Es por ello que en nuestra clínica le damos tanta importancia al trabajo activo y reeducación del paciente.

La parte activa consistirá en valorar zonas que no se están moviendo bien y corregirlas, estabilizando además las zonas que se mueven en exceso. Muchas veces, disfunciones de movimiento en las caderas o la zona dorsal influyen en que haya un exceso de movimiento en la zona lumbar baja, dónde es más común esta patología del disco.

Nuestra terapia de activación neuromuscular Redcord Neurac ® nos va a ayudar a evaluar a fondo las cadenas musculares y la transferencia de cargas, para buscar posibles fallos en los patrones de movimiento y así poder reeducarlos. De este modo vamos a conseguir una buena estabilidad de la zona lumbopélvica y a prevenir posibles recaídas, logrando poder movernos más y mejor.

Redcord Jaen Fisioterapia

Para más información póngase en contacto con nuestro equipo.

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